Por protocolario, el automovilismo poco tiene que envidiar a ningún otro deporte. Para muestra, ese señor con barba estirado de la antesala del podio de Fórmula 1. Se llama Alexandre Molina y se encarga de las banderas, las botellas de agua, la orientación a las autoridades, las azafatas… y las decenas de pistas con los himnos de equipos y pilotos listos ante la eventualidad de que ese día se alcen con el triunfo.
Como era de esperar durante los días del GP de Japón, este fin de semana Alexandre Molina no se encontraba cerca del Circuito de Jerez para echar una mano en las pruebas de GP3 y F2. La verdad es que se le echó de menos desde el preciso instante en el que comenzó a sonar “La Marsellesa” en honor del flamante nuevo campeón monegasco Charles Leclerc.
En la sala de prensa, semejante incidente nos animó a apostar que, en caso de que Álex Palou ganara la segunda carrera desde la pole que le había garantizado su octavo puesto del sábado, los organizadores locales se lanzarían a por el disco de la Marcha Granadera. ¿Y qué esperábamos?, dirán algunos; ¿”Els Segadors”? Bueno, la cuestión es que, tal y como el comentarista del circuito se cansó de repetir cada vez que los F2 salían a pista, Palou era “el piloto español bajo licencia japonesa”. Técnicamente, eso obligaba a hacer sonar el Kimigayo. Y como, contra todo pronóstico, Álex salía primero el domingo, teníamos opciones reales de despejar nuestras dudas con una victoria de nuestro ‘rookie’.
Pero pronto estas menudencias identitarias podrían pasar a la historia, puesto que Álex Palou nos asegura que se va a quedar en Europa.: “No creo que vuelva a Japón a no ser que pase algo”. Sin embargo, a la hora de entrevistarle, su experiencia en el Lejano Oriente hizo que este joven barcelonés nos pareciera la puerta entre dos mundos…
¿Cómo nos venderías la F3 japonesa?
Es un campeonato fantástico para aprender, para ponerte a punto y rodar mucho con un coche que va muy bien, con mucha aerodinámica, no mucha potencia, neumáticos que aguantan… Así que lo veo perfecto para una segunda categoría de monoplazas; creo que es bastante completa. Se corre con la Super Formula, que allí es muy importante, así que hay bastante gente pendiente de la F3.
Si fueras Honda o Toyota y tuvieras que escoger un joven piloto japonés de los que has visto allí, ¿con quién te quedarías?
¡Pues con el que gane! Al final tienes que mirar cuántos años llevan, con qué equipo corren… pero supongo que miraría primero quién gana y después cuántos años lleva en la categoría.
¿Cómo fue la decisión de marcharte a Japón?
Aquí no tenía mucho sentido seguir, porque ya llevábamos dos temporadas bastante malas en la GP3 y hacer otra ya no me servía. Incluso si ganaras, ya no tendría tanta importancia porque sería lo que esperara. No pudimos hacer F2 porque no había dinero, de modo que la F3 japonesa fue una buena opción que salió a través de Dallara (el fabricante de chasis) y de Adrián, más que nada pensando en un futuro en la Super Formula. Como has visto, hay muchos pilotos que ganan la GP2 y se van a la Super Formula a mantenerse activos, así que tiene bastante importancia…
¿Llegaste a tener opciones o a negociar con equipos de F2?
No, nunca. Fue una decisión que tomamos y ya está. Al final yo estoy aquí porque tengo a Campos Racing detrás apoyándome y dándome oportunidades, pero si no fuera por ellos no sólo no estaría en Europa, sino que no creo que estuviera ni en monoplazas. De modo que, simplemente, las únicas negociaciones que hago las tengo con ellos. Si hay opción, me subo; si no, no me subo.
Para el año que viene, ¿a qué aspiras? ¿A mantenerte en F2 a partir de ahora?
Sí, está claro que lo ideal sería encontrar patrocinio, y que todo fuera perfecto para hacer un año completo de F2. Pero siendo sincero y realista, no creo que vaya a pasar; no creo que nadie venga a poner todo lo que hace falta. A Al final, por mucho que Adrián y todo el equipo quiera, es imposible mantener un equipo con el presupuesto que aporta un solo coche. Puedes hacer las cosas mal, cobrar de un solo piloto y sobrevivir, pero entonces el coche no funcionaría bien. Haciéndolo bien, necesitas que venga alguien y te apoye. Esta vez hemos tenido la suerte de que Vexatec [Nota de la Redacción: diseñadores de ropa ‘inteligente’ para deportistas] nos ha dado el apoyo para estas dos carreras. No miro mucho al futuro, porque no merece la pena, pero en primer lugar intentaría estar en F2 o dar el salto a la Super Formula en Japón.
¿Qué hay de cierto en ese apoyo de Dallara para llegar hasta la F2?
La verdad es que no me lo esperaba. Se ve que el equipo de Japón preguntó por un piloto europeo que encajara bien con su filosofía… y parece ser que Dallara me eligió a mí. No es que yo tuviera ningún contacto en especial con nadie de Dallara ni que me estuvieran intentado buscar un asiento. Pero le estoy muy agradecido a Dallara, porque si no hubiera sido por ellos no habría corrido este año en F3. No sé explicarte muy bien por qué salió esto, pero por lo visto ellos preguntaron por un piloto y ellos pensaron que yo era una buena opción.
¿Qué podría aprender el automovilismo europeo de lo que has visto en Japón?
Ante todo, que se apoya mucho al piloto. Está el programa de pilotos de Honda, el de Toyota, el de Nissan… y ellos te ayudan a lo largo de toda tu carrera deportiva, ocupándose del 100 % de tu presupuesto a lo largo de tu carrera deportiva… ¡o hasta que ellos digan basta! Es como lo que hace Red Bull, sólo que lo que aquí vemos como algo fascinante, allí se da de forma natural.
Pero programas como el de Red Bull son un arma de doble filo porque ‘atan’ al piloto, ¿no crees? Fue lo que pensó Robin Frijns para rechazar la oportunidad de unirse a ellos.
Sí y no. Yo entiendo perfectamente la posición de Red Bull. Ponte en su lugar: “Yo te hago un contrato y espero que ganes”. Si no ganas, entiendo que te aparten. Ellos se ocupan de ti hasta que dejas de rendir, cosa que veo bastante bien. No obstante, allí en Japón no son tan estrictos como Red Bull, porque apoyan a más pilotos simultáneamente y entienden que hay diferentes equipos. Pero al final, siguen la filosofía de poder llevar a un piloto que no tiene los recursos hasta hacerle piloto oficial.
¿Serías capaz de definir a Adrián Campos en tres palabras?
La verdad es que no puedo definirle en tres palabras, no se me daría muy bien. Es una persona que ha sido muy buena conmigo, que me ha apoyado muchísimo y que me ha enseñado mucho. Me sacó del karting cuando no era nadie y me dio la oportunidad de subirme a un F3. Aquel test no salió mal, pero tampoco fue espectacular. Sin embargo, tanto él como su hijo y todo Campos Racing me han ayudado enormemente. ¡Es que no puedo describirle en palabras!
Has tenido la oportunidad de trabajar con dos eminencias del automovilismo español como son Teo Martín y Adrián Campos. ¿Cuáles son los puntos fuertes que les distinguen?
Me pones en un compromiso… ¡No te lo puedo decir! Simplemente diré que Adrián es muy buena persona y me ha enseñado muchísimo. De hecho, ¡se puede decir que antes de conocerle yo no tenía ni idea de coches! No sabía ni frenar y tanto él como su hijo me enseñaron. Adrián Campos ha sido mi mentor. Y si no fuera por Teo, me imagino que tampoco estaría aquí ahora mismo. Todo al final es una cadena: Teo vio que en ese momento le faltaba un piloto, vio que en Japón lo estaba haciendo bien y pensó que era una buena idea subirme a un coche más grande. En ese momento salta la chispa y se me presenta a su vez otra oportunidad. Creo que todo es una cadena en la que todos han ayudado.
¿Has seguido alguna preparación especial para tu debut en F2?
No me he preparado ni más ni menos. De hecho, físicamente me cansa más el F3 en Japón. No me preguntes por qué; tal vez sea por los neumáticos… por el chasis no debe ser porque ya había probado aquí el F3 sin tantas dificultades. Pero al final te tienes que mantener físicamente a lo largo de todo el año para estar a tope, de modo que no hay ningún problema de preparación en ese sentido. Lo único que nos falta este fin de semana es poder dar unas vueltas más.
¿Qué está siendo lo más fácil y lo más difícil para ti este fin de semana?
Lo más fácil es que no hay presión. Lo lógico y normal sería que estuviera entre los tres últimos, porque con sólo 45 minutos de entrenamientos libres no puedes esperar mucho. Y me cuesta encontrar qué es lo más difícil. Siempre es difícil estar aquí sin experiencia, pero la verdad es que está yendo todo muy bien: aquí tenemos bastantes datos, en especial de mi compañero y de los pilotos en años anteriores, mientras que en Japón era el único piloto de la escudería y no tenía datos. En realidad, lo difícil es que tú estás menos preparado que el coche.
No es de extrañar que Palou estuviera sumamente satisfecho con su 11º puesto en calificación: “Cuando te das cuenta de que de no ser por dos décimas saldrías quinto, te cabreas, porque sabes que eres capaz. Pero dejando el orgullo a un lado, tenemos que estar contentos con lo que hemos hecho. Además, hemos trabajado muy bien, que eso es lo importante. Creo que estoy mejorando y mañana [el sábado] va a ser duro. Ya me han avisado que con estos neumáticos va a haber una auténtica guerra”.
Las estrategias no estaban claras en este Circuito de Jerez recientemente asfaltado y con temperaturas sobre la pista que alcanzaron los 50ºC en algunos momentos del fin de semana. Buena prueba de ello eran las largas reuniones en el interior de los ‘motorhomes’ durante la tarde del viernes. Por eso creímos a Álex cuando nos aseguraba que aún desconocía la estrategia: “Te lo diría, pero en serio que aún no lo hemos hablado. Nosotros deberíamos hacer algo diferente a los demás. Estaría bien acabar entre los ocho primeros para salir delante el domingo”.
Pues bien, hicieron algo diferente a los demás y el octavo puesto resultante implicó salir en la pole position de la carrera sprint del último día. Álex volvió a acabar octavo, pero él es el primero en reconocer que todavía tiene mucho que aprender, en especial sobre gestión de neumáticos. Esa fue la clave de la carrera corta del domingo a las 14:15 h, donde ahorrarte una parada significaba un mundo.
Sólo queda que Álex Palou pueda aplicar en 2018 todo lo que aprenda en este final de temporada.